04 mayo 2007

Leyenda del Manchay Puytu, La Quena de Amor



Un indio Chayanta consiguió, allá por la mitad del siglo XVIII, estudiar en la villa imperial de Potosí, la carrera de sacerdote.

Tras ejercer en numerosas parroquias de pueblos perdidos en la cordillera, se le premió, por sus aptitudes, con el ejercicio en la Iglesia Matriz, en Potosí.

Estando atendido por una joven india se enamoró de ella con el tiempo, pero un día, el idilio que vivía con esta india se vio interrumpido por la orden superior de viajar a Lima.

En ausencia del cura, la muchacha fue repudiada y perseguida por la gente, hasta que un día se descubrió a la india muerta, se supone que de soledad y de añoranza del amante que tardaba en regresar.

Al retorno del cura y al enterarse del hecho, se encerró en un silencio y una vida nocturna que culminaron en una adoración fanática de la muerta, hasta el punto que una noche la desenterró y con una tibia de ella hizo una quena; y con ella lloró su desgracia.

Cuentan que en los últimos días el cura se había vuelto loco, e iba errando por los suburbios de la capital y cada vez que topaba con un cántaro metía la quena y entonaba una melodía (pues lo hacía para atenuar el sonido de la flauta), en recuerdo de su amada, que además tenía letra compuesta por él mismo.

Al morir el sacerdote se quemaron todas sus pertenencias, pero como suele pasar, alguien retuvo el poema y la música que posteriormente se difundieron por Charcas.

El arzobispo mayor de la Plata instauró la excomunión mayor contra quien cantara o tocara la música del Manchay Puitu.


Un poema atribuído a la Leyenda del Manchay Puytu en:
Divagaciones Amigas..


Dos tercetos ilustrados en nuestro blog:
Pequeñas Divagaciones..

La Leyenda, el Poema, e información adicional de gran valía la encontramos en:
Leyenda del Manchay Puytu, de pacoweb.net